Sobre Las Damas Ocultas
El artista que presenta la Galería Ramón Belén es un jerezano afincado en la isla de San Fernando que lleva tiempo ejerciendo de autor comprometido con una pintura de acción, en la que los más dispares planteamientos manifiestan los clásicos parámetros de una composición perfectamente estructurada desde el expresionismo cromático.
No es Juan Manuel González Calderón un pintor desconocido en su tierra, a pesar de haber estado, en los últimos tiempos, más cerca de lo que es la plástica de la capital gaditana, donde ha venido protagonizando cuantas experiencias, de entidad, han tenido lugar en los ambientes artísticos de Cádiz. Así lo hemos visto dentro de aquel Colectivo Cádiz 90 que ocupó considerablemente el segmento artístico que tuvo lugar en la década pasada y que, de forma grupal, dejaron constancia de una gran actividad en muchos espacios expositivos de contrastada significación. En Jerez, ha participado, bien solo o en colectivas, en numerosas ocasiones, dejando siempre, buena muestra de su solvencia de pintor en ejercicio.
Desde un principio ha estado muy vinculado a la galería de la calle Francos, siendo uno de los artistas que formó parte del catálogo de la exposición inaugural.
Juan Manuel González Calderón nos presenta para la ocasión una cuidada exposición que tiene por centro de interés el desnudo femenino. Dejándose llevar por esa amplia pincelada, por ese gesto vehemente que transgrede la norma habitual de la representación, diluye los ámbitos figurativos y marca la potencia de la expresión, el artista nos plantea un amplio abanico de situaciones en las que la figura ejerce su máximo desarrollo pictórico.
Desde una estructuración clásica de la materia, la pintura expande todo su poder; la materia plástica, sabiamente distribuida sin excesos, desencadena una imagen que, en todo su esplendor significativo o, mediante un sutil juego de ambigüedades, manifiesta la insinuante línea de un desnudo lleno de fuerza cromática e inquietante poder sugeridor.
Juan Manuel González Calderón es un sobrado artista, que sabe utilizar todos los presupuestos de una pintura poderosa que mantiene expectantes todos los ritmos de un arte al que, cada vez menos, se le rinde menos pleitesía.
Bernardo Palomo
Diario de Jerez. Edición digital. 23 de noviembre de 2003
No es Juan Manuel González Calderón un pintor desconocido en su tierra, a pesar de haber estado, en los últimos tiempos, más cerca de lo que es la plástica de la capital gaditana, donde ha venido protagonizando cuantas experiencias, de entidad, han tenido lugar en los ambientes artísticos de Cádiz. Así lo hemos visto dentro de aquel Colectivo Cádiz 90 que ocupó considerablemente el segmento artístico que tuvo lugar en la década pasada y que, de forma grupal, dejaron constancia de una gran actividad en muchos espacios expositivos de contrastada significación. En Jerez, ha participado, bien solo o en colectivas, en numerosas ocasiones, dejando siempre, buena muestra de su solvencia de pintor en ejercicio.
Desde un principio ha estado muy vinculado a la galería de la calle Francos, siendo uno de los artistas que formó parte del catálogo de la exposición inaugural.
Juan Manuel González Calderón nos presenta para la ocasión una cuidada exposición que tiene por centro de interés el desnudo femenino. Dejándose llevar por esa amplia pincelada, por ese gesto vehemente que transgrede la norma habitual de la representación, diluye los ámbitos figurativos y marca la potencia de la expresión, el artista nos plantea un amplio abanico de situaciones en las que la figura ejerce su máximo desarrollo pictórico.
Desde una estructuración clásica de la materia, la pintura expande todo su poder; la materia plástica, sabiamente distribuida sin excesos, desencadena una imagen que, en todo su esplendor significativo o, mediante un sutil juego de ambigüedades, manifiesta la insinuante línea de un desnudo lleno de fuerza cromática e inquietante poder sugeridor.
Juan Manuel González Calderón es un sobrado artista, que sabe utilizar todos los presupuestos de una pintura poderosa que mantiene expectantes todos los ritmos de un arte al que, cada vez menos, se le rinde menos pleitesía.
Bernardo Palomo
Diario de Jerez. Edición digital. 23 de noviembre de 2003